Salmo 16:8-11; Hechos 2:14, 22b-32; Mateo 28:9-15
Jesús se levanta de entre los muertos, y sigue diciendo a la gente que vuelva a Galilea. Excelente consejo. Cuando las cosas se vuelven extrañas, nuevas, inesperadas, vuelve al principio.
Las cosas se han vuelto extrañas, nuevas e inesperadas. Así que volvamos al principio, amigos. El cristianismo no comienza con catedrales y desfiles de Semana Santa, ni con oficinas de política pública, ni con disputas sobre quién puede hacer qué. Nuestra Galilea, nuestro comienzo, es con pequeños grupos de personas acurrucadas en sus habitaciones tratando de entender lo que significa esta muerte que no se produjo. Así que volvamos a ese comienzo por un momento. Acompáñenme: ¿qué significa la resurrección de Jesús para nosotros, para nuestro tiempo? En una época de miedo, ¿cómo puede la Iglesia volver a abrazar la intrepidez? En un tiempo de ansiedad, ¿cómo abrazamos la paz? En un tiempo de muerte sin precedentes, ¿cómo proclamamos la vida?
Vuelve a Galilea. Ese es el consejo que Jesús sigue dando a sus primeros discípulos. Sospecho que nos lo está dando a nosotros ahora mismo. Primeros principios.