Nuevas perspectivas sobre el Vía Crucis | Del 21 de febrero al 20 de marzo

Devocionario Diario 21 de agosto 2021

Salmo 137, 144; 2 Samuel 23:1-7,13-17; Hechos 25:13-27; Marcos 13:1-13
No dediques mucho tiempo a preparar tu defensa por adelantado.
Podemos perder mucho tiempo preparándonos para cosas que no llegan a suceder. Merece la pena si esos planes que no se han utilizado han servido para ayudar a otros a prosperar, para mantenerlos a salvo, para minimizar las heridas del mundo. Me gusta planificar, cuando es para beneficiar a otros. Pero cuando mis planes son para hacerme quedar bien, para justificar mis decisiones, eso es algo totalmente diferente. He tomado el tiempo que Dios me dio como un regalo para que pudiera seguir los grandes mandamientos (tiempo para amar a Dios, y tiempo para amar a mi prójimo) y en lugar de enfocarlo en Dios y el prójimo lo he enfocado completamente en mí mismo y en mí. Sí, el mundo puede ser un lugar duro, y sí, la planificación para la jubilación o la crisis médica es sabia, porque en gran medida tales planes son en realidad sobre el amor al prójimo, asegurándose de que no chupar los recursos que realmente debería ser utilizado para ayudar a los que no pueden ayudarse a sí mismos en lugar de ser desperdiciado en mí porque elegí no ayudarme a mí mismo. Tengo todo tipo de seguros, todo tipo de inversiones y una pila de papeles legales en orden. Así que no digo que no planifiques: lo que Jesús está diciendo, creo, es que no deberíamos pasar mucho tiempo planificando nuestros propios comunicados de prensa para justificar nuestras elecciones y quedar bien. Si hacemos las cosas bien y con sabiduría y oración, seguiremos cayendo mal a unas pocas personas que nos desagradan y difaman nuestro carácter, y la mayoría de la gente mirará nuestras elecciones y llegará a la conclusión de que fueron cosas hechas bien, con sabiduría y con oración. Tus hechos, no tus palabras, son tu argumento de venta.
Steven Wilson

Steven Wilson

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La Iglesia de la Gracia es la parroquia episcopal más antigua del área de los cuatro estados.
Arraigados en el culto a Cristo resucitado, extraemos nuestra comprensión de su mandamiento de amarnos unos a otros de las Sagradas Escrituras, la razón y la tradición, y animamos a nuestros miembros a buscar activamente una relación personal más profunda con Cristo, una relación fundada en el amor a Dios y al prójimo.

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